Dirigido a todo mi alumnado:
Durante el día de hoy, en todos (o casi todos) los grupos en los que imparto docencia os he hablado de un artículo que me pareció magnífico. El título era bastante sugerente: "El sistema educativo y Chiquito de la Calzada". Está realizado por un compañero profesor de mi especialidad (Economía) de un instituto público de Málaga. Da la casualidad de que el profe y Chiquito coincidían en los desayunos, pues la cafetería estaba enfrente de su centro educativo.
Como sabéis, hace unos días nos dejaba uno de los grandes genios del humor que ha dado nuestro país: el gran Chiquito de la Calzada. Personalmente, lo considero un genio porque cambió la manera de hacer humor (la risa es imprescindible en nuestras vidas) y por algo que me parece aún más difícil: crear palabras y expresiones nuevas... y que perduren en el tiempo. ¿Quién no ha dicho alguna vez "fistro", "¿te da cuen?", "¡hasta luego, Lucas!", "pecador de la pradera"... y un largo etcétera. Chiquito nos enseñó que más importante que el resultado del chiste (el punto, la gracia, el golpe...) era el proceso. Es decir, el hacer reír durante y no sólo al final.
Pues bien, en este mundo digital e hiperconectado en el que vivimos actualmente, navegando por la red topé de casualidad con dicho artículo y no pude evitar leerlo, en los escasos huecos o ratos que tengo disponible. Sí, los profesores trabajamos muchas horas... y al menos en lo que a mí respecta, intento ser ¡eficiente y eficaz! Por lo tanto, me dispuse a leer el artículo publicado por el profe de Economía (la curiosidad me pudo... con ese título, ¡imposible resistirse!), el cual comparto con vosotros:
Me parece un texto reflexivo, ingenioso, necesario e incluso bello. Me encantaría que lo leyeseis con mucha atención, extrayendo conclusiones y sobre todo, con el ánimo necesario para cambiar nuestra práctica docente y la manera que tenemos de enseñar y sobre todo de aprender en la escuela.
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