domingo, 1 de octubre de 2017

El coste de oportunidad...de la independencia de Catalunya


1 de octubre. Domingo. Sería un día normal en el calendario, pero estamos en el año 2017. Lo cual significa, que se está llevando a cabo (con bastantes dificultades e incidentes, como se puede comprobar) el anunciado referéndum en Catalunya. En las últimas semanas no se habla de otra cosa, en los medios de comunicación, en los trabajos, en la calle... 

Está claro que, independientemente de que este referéndum sea legal o no, la decisión de independencia de Catalunya tendría consecuencias...por supuesto, también económicas.

Como hemos visto en las distintas sesiones, tomar una decisión significa elegir una opción entre varias... y por lo tanto, renunciar a otras.

Os pongo a continuación un interesante artículo elaborado por Pau Cortadas, publicado en el blog d'Economia i Empresa de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC):

Coste de oportunidad de la independencia de Cataluña

ECONOMÍA - A 29 de Septiembre de 2017.

En el Wikirepertori los Estudios de Economía y Empresa de la UOC tenemos definido el coste de oportunidad como:

Valor de un bien o servicio en términos de lo que se renuncia a obtener. Se mide por el beneficio a que se renuncia al no utilizar los recursos en su mejor uso alternativo. Así pues, es el sacrificio, expresado en unidades monetarias, en que se incurre por no haber tomado la mejor de las alternativas. Si este rendimiento es superior al rendimiento de la opción finalmente elegida, se habla de un coste de oportunidad neto positivo. De todos modos, para poder hablar con propiedad de costes de oportunidad, hay que comparar alternativas homogéneas en riesgo y posibilidad de ser llevadas adelante. Las actividades de riesgo diferente y / o fuera del alcance real de quien toma las decisiones no generan un coste real de oportunidad, a menos que -al menos para resolver el primero de los dos problemas- se haga un uso adecuado de los complementos por primas de riesgo.

Quedémonos principalmente con la siguiente parte "es el sacrificio, expresado en unidades monetarias, en que se incurre por no haber tomado la mejor de las alternativas." Sin entrar a discutir si la independencia de Cataluña sería o no la mejor de las alternativas lo que es innegable es que supondrá una serie de sacrificios. Se han valorado?

A continuación hacemos una aproximación de los costes de una posible independencia de Cataluña de una manera más o menos objetiva, sin entrar en consideraciones sobre si España actúa de una manera eficiente para con Cataluña o sin valorar los costes de oportunidad que supone la no secesión de Cataluña. No pretendemos generar opinión a favor o en contra, sino poner de relieve ciertas posibles consecuencias del proceso, hechos que muchos catalanes seguro que han valorado e incluso han aceptado.

Del mismo modo que cuando alguien gasta cinco mil euros en un viaje en vez de ponerlo en un plan de pensiones (que le daría un rendimiento en forma de intereses), cuando se tira un boleto con el sí marcado asume que se dejan perder ciertos beneficios. En el caso del viaje, el coste es la suma de los cinco mil euros más los intereses que se dejan de ganar (por ejemplo un 250 euros que serían el 5% durante un año). En el caso de la independencia hay un cálculo mucho más cuidadoso y no sólo en forma de los posibles beneficios que se perderán (economías de escala, colaboraciones, comercio interno ...) sino en forma de costes (boicot, reestructuración económica y social o imagen de marca, por ejemplo). Vayamos por partes.

Economías de escala: la industria catalana actualmente opera bajo el paraguas español, y por tanto con un tamaño superior a la propia del principado. Producir a mayor escala permite generalmente una reducción de costes lo que conlleva un aumento de los beneficios económicos.

Colaboraciones: si partimos de la base que como miembro de un país, Cataluña encontraría en el resto de España su socio más fiel. Es de esperar que, como industrias de un mismo territorio, en caso de necesidad, sea en la dirección que sea, se busque primero dentro del país, antes que buscar colaboraciones exteriores. Del mismo modo a la hora de defender intereses comunes hacia el exterior, cuanto mayor sea el país, más fuerte será.

Comercio interno: Cataluña y España son muy buenos clientes y proveedores entre sí. El comercio existente entre ambos es grande y la mayor medida permite mejorar la especialización de las diferentes zonas.

Boicot: el camino que está siguiendo la economía hacia la globalización hace que una posible separación entre los dos países a la larga sea anecdótico a nivel económico, y es que las fronteras desaparecen y por tanto los tres puntos anteriores no verían alterados. Pero sería iluso pensar que a corto plazo esto no sería así y que habría una época más o menos grande de boicot mutuo. Boicot visto desde la negatividad de no querer consumir lo que produce el otro o desde la positividad, en caso de tener dos opciones decantarse por la propia para defender la economía cercana.

Reestructuración : entrando de lleno en los posibles costes, crear las estructuras de estado de un país tiene un coste, que debería ser asumido entre todos.
Imagen de marca: bajo este título se esconden hechos implícitos, como que desde el exterior se puede percibir Cataluña como un país cerrado o incluso peligroso (con todo lo que supone por ejemplo para el turismo), como explícitos, como el aumento del coste de la deuda catalán que ya se está viviendo. Habría, pues, recuperar la imagen de país.

Estos son los costos agregados, pero también hay otros individuales que serían tan o más grandes. 

Aquel que tenga una pequeña (o no tan pequeña empresa) que opere a nivel nacional seguro que tendrá más dudas a la hora de tirar el boleto con un sí lo llevará probablemente a un periodo duro a corto o medio plazo para su negocio.

Estos costes están y no se puede esconder y está por ver si la sociedad catalana está preparada para asumirlos. Personalmente, creo que quien más quien menos los conoce y debemos ser conscientes de que en caso de una posible independencia se viviría un bache. Del mismo modo pienso que la historia catalana, su gente, su economía y su propio funcionamiento global del mundo haría que con más o menos tiempo todo volviera a su sitio, en un mundo sin fronteras ni limitaciones.

¿Y tú, qué opinas?

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