Durante la sesión de ayer, viernes 27 de octubre, estuvimos viendo el apasionante proceso de internacionalización de las empresas en nuestros días. Os comenté, como anécdota, que las marcas más prestigiosas del mundo tenían que ingeniárselas para operar en el gigante asiático China.
Os pongo a continuación un interesante artículo para que ampliéis vuestras miras sobre este curioso proceso de traducir al chino el nombre de una marca.
En China, no todo el mundo es capaz de interpretar una palabra que esté escrita con letras occidentales. Por eso, cuando algunos chinos ven un logotipo escrito en alfabeto occidental –como el de esta web–, sólo ven trazos sin sentido.
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